Equipo de trabajo: Sergio Forster – Roberto Bogani – Marina
Masciottra – Federico Papandrea –
Joaquín Ardissone – Julia Nowodworski – Maria Dolores Cremonini – Ivana Umansky
– Diego Kayser
INTRODUCCIÓN
Las
ciudades contienen redes de relaciones complejas entre sus habitantes,
conformadas por negociaciones, acuerdos e intercambios explícitos a través de
las normas, documentos y leyes que conforman la planificación formal pero
también operan en forma simultánea, paralela, complementaria o encontrada, los
usos, costumbres, apropiaciones y las organizaciones espontáneas de sus
habitantes. Según la capacidad de adaptación, flexibilidad, negociación de
estas organizaciones y de la necesidad de vínculo surgen distintos grados de
conflicto. Estos encuentros son parte fundamental en el desarrollo de una
ciudad y potencia en su mecánica la particularidad de la misma. También surgen
en este juego de voluntades, necesidades individuales y comunes,
incompatibilidades momentáneas o permanentes que devienen en incapacidad de
integración o convivencia, produciendo
conflictos improductivos de injusticia social, enquistados en las formas
presentes.
Las
integraciones de intereses dependen, en muchos casos, del estudio de las
necesidades y los comportamientos de todos los actores componentes y de la
capacidad de derivación conjunta de esa red de vínculos.
El
espacio público es el medio, no sólo como espacio físico concreto, sino además
como medio abstracto a través del cual se fortalecen y construyen las
conexiones, intercambios y dominios. Es en este medio sobre el que habrá que
operar y al que habrá también que someter a transformaciones de forma,
contenido y relación con las distintas actividades de la ciudad.
El
urbanismo es la relación entre ciudad, instituciones, cosas y usuarios, el cual
es validado por acuerdos sociales que permiten conexiones heterogéneas entre
elementos de diferente naturaleza. Coloca en juego nociones más amplias que la
de estructura, sistema, forma, proceso, etc., acarrea componentes híbridos,
también de orden biológico, social, maquinico, gnoseológico. Es una
multiplicidad que comporta muchos géneros heterogéneos y que establece uniones,
relaciones entre ellos, a través de edades, de incompatibilidades y de gobiernos
de diferentes naturalezas.
CONSIDERACIONES
GENERALES
Es
ineludible reconfigurar la disciplina
desde una destreza arquitectónica basada en necesidades más que en
clientes, promoviendo prácticas en función de un activismo urbano más
involucrado con los temas de la agenda
pública y menos con la producción de servicios para un mercado en crisis.
Promover
una nueva conciencia urbana implica habitar nuestra capacidad colectiva para
lograr que resurjan sistemas de valores que se sustraigan del laminado moral,
psicológico y social a la que se entrega la valorización capitalista, centrada
únicamente en el provecho económico.
Trabajar
entre organizaciones planificadas y no planificadas, desde una lógica
disciplinar y desde un conocimiento lateral basada en la experiencia vivida.
La alegría de vivir, la compasión hacia los demás, deben ser
considerados sentimientos en peligro de extinción, que conviene proteger,
vivificar reimpulsar embocando nuevos caminos. Los valores éticos y estéticos
no remiten a imperativos y códigos trascendentes. Exigen una participación
existencial a partir de una inmanencia que hay que reconquistar sin descanso.
¿Cómo forjar y dar expansión a tales universos de valores? Dando lecciones de
moral, seguro que no. Félix Guattari